Tercer Acte sigue abriendo el camino de la nueva música en catalán de Albert Lax. Después de los dos anteriores trabajos en inglés, The Deepest String (2017), Goldmund EP (2020) y los dos singles 'Espurnes' y 'Fred', el artista se consolida ahora con tres temas nuevos que lo llevarán el próximo año a su segundo disco. En un deliberado paso adelante, Albert Lax se acerca ahora, manteniendo el espíritu melancólico de su música, a un sonido más moderno y sintético, ritmos potentes y llenos de vida que reflexen uno nuez despertar en las composiciones.
Esta vez el artista ha querido coger las rentas de la producción, donde también han participado activamente los miembros actuales de la banda, y ha seguido contando con Víctor Valiente, el productor de los dos primeros trabajos, quienes ha aportado todo el campo de sintetizadores y pads electrónicos tanto presentes en este nuevo material.
Tercer Acto representa un final como respuesta en los momentos tristes, una conclusión a la que necesitamos llegar para empezar de cero. La canción se convierte, pues, en un llamamiento al presente, donde conviven sombra y luz, una oda en el nudo de la obra de teatro a la que denominamos vida.
El músico granollerí abre este primero EP con ‘Aquí Caiem Tots’, el primer tema que destapa con energía esta nueva luz y sonoridad. El artista nos refleja bajo un campo de sintetizadores y baterías elevadas un canto a los caminos dorados de la vida, que pisamos con fuerza a pesar de ser conscientes de nuestra fragilidad al transitarlos.
Seguidamente nos encontramos con ‘Companya Foscor’, que mantiene la misma intensidad en la producción pero nos transporta en un mundo más sombrío. Laxo personifica la depresión y le habla de tú a tú, un diálogo humano sobre una de las dolencias más extensas de la sociedad actual. El final explosivo de ‘Companya Foscor’ nos entrega a las puertas de ‘Tercer Acte’, el single ya estrenado el pasado junio que da nombre a este primero ‘EP’. Las armonías brillantes de ‘Tercer Acte’ representan un final como respuesta a los momentos tristes, una conclusión a la que necesitamos llegar para empezar de cero. La canción se convierte, pues, en un llamamiento al presente, donde conviven sombra y luz, una oda en el nudo de la obra de teatro a la que denominamos vida.