Innocents es un disco rebelde y sus canciones, lentas y provocadoras, porque han hecho lo contrario de lo que se esperaba de ellas; rehacen caminos, pero con toda la intención, con la dirección inequívoca con que han estado construidas.

Nacemos inocentes, ignorantes del peso de la culpa. Perder esta inocencia es el precio de la experiencia de vivir.

El título del disco: «Inocentes» (igual así, sin artículos, en plural, sin señalar nadie concretó y asimismo todos nosotros), reflexiona sobre la inocencia primera, en una idea pura de la existencia.

Caminar por el paso del tiempo supone ir cruzando con las sombras y las claridades que nosotros mismos proyectamos al camino. Ni jueces ni culpas. Abrazar la fiera es aprender a reconocerlos sin identificarse con él. La inocencia es aceptación.

Todos somos 1 y el mismo. Somos espejos y ser conscientes nos hace libres; desaparece la necesidad de juzgar y las pretensiones de ser inocentes resulta inconsciente. Aprendemos a amar lo imperfecto; es decir, aquello real.

Inocentes es un disco de amor, de amor a un mismo. Un viaje iniciático en qué cada una de las ocho canciones representa un estadio de este camino hacia la propia conciencia.
en los estudios Blind Records (Barcelona), bajo la producción artística de Santos Berrocal y Flür Ferrer, y masterizado en Kadifornia Mastering (Cádiz) por Mario G. Alberni. Con Oest de Franc (guitarras y voces), Juan López (batería y Percusiones) y Quim Xixoira (bajo), y con los colaboraciones de Miri Ros y Sergi Carós (voces), Flür Ferrer (Teclados) y Santos Berrocal (Percusiones).